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Bonificaciones hipotecarias: ¿convienen o encarecen una hipoteca?

26 Abr 2021 | Blog

¿Hipoteca a tipo fijo o variable? La clásica pregunta del millón que todo el mundo se hace al contratar una hipoteca cada vez va más acompañada de la duda sobre si acogerse a los planes de bonificaciones que ofrecen las entidades bancarias para abaratar los costes del préstamo. Con los tipos de interés en mínimos históricos y un previsible endurecimiento de las condiciones de las hipotecas, debido a la incertidumbre de la crisis provocada por la Covid-19, tener claras las ventajas e inconvenientes de las bonificaciones es vital para elegir el mejor plan. 

¿Qué son las bonificaciones hipotecarias?

Con una hipoteca bonificada, las entidades bancarias ofrecen un descuento en el tipo de interés a cambio de que el cliente contrate una serie de productos “extra”, como pueden ser seguros, tarjetas de crédito, o domiciliaciones.

De este modo, el cliente accede a una bonificación por cada producto vinculado que contrate, abaratando el coste de la hipoteca, mientras que el banco consigue la fidelización y vinculación del mismo con la entidad.

Una hipoteca… ¿Más barata?

En principio, puede parecer que la hipoteca bonificada es ventajosa para el cliente en términos económicos, ya que al contratar los productos “extra” los tipos de interés bajan y el coste del préstamo es más bajo, sin embargo, también supone un coste adicional.

Lo primero en lo que hay que fijarse es si se tiene algún interés en los productos vinculados que ofrece el banco. Si no hay interés en contratar un seguro de hogar o una tarjeta de crédito con la entidad, las bonificaciones pueden cuestan más dinero a la larga, ya que, a pesar de abaratar el coste de la hipoteca, se está gastando más dinero en productos innecesarios.

Por otra parte, si se tiene interés sobre los productos ofertados en las bonificaciones, acogerse a este plan puede ser muy ventajoso para el cliente, al ser gastos que ya estaban previstos. En este caso, hay que estudiar el grado de vinculación que interesa tener con la entidad, calculando cuánto sería el coste de la hipoteca sin bonificaciones y con los productos contratados aparte y cuánto supone acogerse a las bonificaciones.

Para ello, hay que conocer el coste real de los productos ofertados, ya que un préstamo con un interés más elevado podría ser más ventajoso que uno con un interés menor, pero condicionado a la contratación de ciertos productos que serían más baratos al contratarlos aparte.