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Viviendas en subasta online: popularizando las oportunidades de compra e inversión

18 Dic 2020 | Blog

El mercado inmobiliario está viviendo estos días una fuerte revolución tecnológica, no solo en la forma de encontrar viviendas mediante portales online y tours virtuales de los inmuebles, sino mediante la posibilidad de realizar gran parte de los trámites de manera telemática. La ventaja de esta incursión de la tecnología es facilitar el acceso a estas viviendas, y esto es lo que está sucediendo también en el ámbito de las subastas, que han pasado a realizarse en formato online popularizando su acceso. Hasta ahora, este tipo de adquisiciones estaba limitado a profesionales del sector, pero ahora, cualquier persona puede acceder a estas viviendas de subasta siguiendo unos requisitos y inscribiéndose en los portales web necesarios como el del BOE, que centraliza gran parte de la oferta de este tipo viviendas.

Pero primero, ¿qué es una vivienda de subasta?

Una vivienda de subasta es aquella que se ofrece al mercado “al mejor postor”, es decir, a aquella puja (o oferta) más elevada. Estas viviendas pueden tener distintas procedencias pues, si bien es cierto que gran parte de la oferta proviene de la banca como resultado de un proceso judicial, también pueden proceder de organismos como la Seguridad Social, la Agencia Tributaria o de privados (herencias, por ejemplo).

Requisitos necesarios y consideraciones a tener en cuenta

Cualquier persona puede participar de una subasta, pero cabe remarcar que se requiere realizar un depósito del 5% del valor total de la vivienda deseada. Por eso, desde Tecnotramit aseguran que este tipo de adquisiciones representan una oportunidad de inversión para compradores con liquidez o con capacidad ahorrativa.

Por otro lado, Vicenç Hernández Reche, CEO de Tecnotramit, también advierte que estar bien asesorado en estas operaciones es básico para garantizar el éxito de las mismas, pues se esconden algunos peligros a tener en cuenta como las posibles cargas del inmueble (que recaerían en el nuevo propietario), el estado de la vivienda o la existencia de inquilinos que pasen a ocupar la casa como resultado de un proceso de desahucio.